DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER.
Creemos que es necesario reivindicar éste como un DIA DE LUCHA. No solo por aquellas mujeres que murieron calcinadas en una fábrica exigiendo por sus derechos, sino por todas aquellas que aún hoy son violentadas, en sus casas, en sus camas, en sus trabajos, y cuando salen a la calle a luchar. Porque creemos que la violencia se expresa de distintas formas.
Son violentadas desde la cuna, cuando se prepara el molde que esta sociedad tiene para ellas, imponiéndole roles, adecuando su conducta a lo que se espera.
Se las educa para que ocupen un lugar predeterminado por la sociedad. Lugar que es siempre el de acompañante. Por algo el nefast

Rompamos los mitos. Revolucionemos los roles!
La mujer no nace dócil, ni débil, ni frágil, tampoco nace coqueta, pero así se las pinta. La mujer no es silenciosa, se la silencia. No es sumisa, su pasividad es una construcción de quienes escriben la historia. Lo demuestra la lucha, el puño en alto levantado por millones, en todos lados y en todas las épocas.
Hoy, y a pesar de los avances conseguidos, la mujer es oprimida en distintos ámbitos. En lo público, y en lo privado. Violencia psicológica, física, ideológica, institucional.
Porque es violenta la distribución del trabajo, la casa como refugio o amparo de la “ama”, solo dueña del lugar que se le designa. Dueña, claro está, hasta que viene el “jefe del hogar”. Violento es también que por el mismo trabajo la remuneración sea menor.
Es violento cuando el sexo tiene por fin sólo la reproducción, negando su deseo, el placer, el disfrute de su propio cuerpo.

Es violento que las mujeres mueran solas, en las manos clandestinas de un aborto mal realizado, por no tener dinero, por ser pobres, por ser mujeres.
Es violenta la impunidad con que se asesina o se viola. El caso de Sandra Gamboa no es un caso aislado. Pobre, inmigrante, mujer, cuyo cuerpo fue hallado en una dependencia del ministerio de economía en pleno centro platense. Sigue impune. Como tantos otros.
Es violento que además se las condene. Como a Romina Tejerina, que sigue esperando la justicia que nunca llega. En su celda, sola con el recuerdo.
De esta forma, la violencia ideológica se institucionaliza, y la violencia física se justifica y sigue sin ser juzgada.

Por todo esto, las mujeres no deben quedar solas en la lucha. Todos y todas junt@s en la calle.
Sábado 8 de marzo, concentramos en 7 y 50
Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto libre, legal, seguro y gratuito para no morir. Libertad a Romina Tejerina.
Basta de feminicidios. Justicia por Sandra.
No a la trata de mujeres.
No a los códigos contravencionales y de faltas.
Comisión de Género del
Centro de Estudiantes