domingo, 20 de abril de 2008

No nos gusta NORMA!



Somos chicas y chicos de la facultad de periodismo y comunicación social, que nos juntamos a discutir y actuar sobre la problemática de género, basada en la diversidad sexual y la opresión hacia la mujer. Conformamos un espacio abierto, diverso, plural y democrático, porque entendemos que el debate tiene que hacerse carne de todos.



Estamos cansados de reproducir acriticamente, de escuchar y ver en bocas amigas gestos despectivos, ofensas y discursos aleccionadores hacia toda situación que no cumpla con las normas establecidas socialmente.



Es un derecho de cualquier persona decidir que y quienes queremos ser, porque somos dueños de nuestros propios cuerpos.


Rompamos las normas! Revolucionemos lo dado y construyamos el mundo que deseamos hoy, hagámoslo en la facultad, en el barrio o en el trabajo. Somos comunicadores, usemos nuestras herramientas para modificar nuestras relaciones!


¿Quien dijo que por el mismo trabajo, las mujeres tienen que ganar menos que los hombres?


¿Quien dijo que se debe ser madre para realizarse como mujer?


¿Quien dijo que si te maltrata, te quiere?


¿Quién dijo que a las mujeres deben gustarle los hombres, y a los hombres las mujeres?


¿Quien dijo que solo podemos definirnos como hombres y mujeres?

Ni rosas ni bombones, lucha y organización!



Comisión de género del centro de estudiantes





1 comentario:

ABJ dijo...

Definitivamente, somos lo que sentimos (aunque muchas veces no lo exterioricemos). Supongo que todos tenemos etapas. Cada una de ellas con características diversas (y, para algunos, hasta opuestas). Tras las grandes producciones nos sigue el enorme silencio (y viceversa). Por eso no me lamento, no me arrepiento y afirmo cada uno de mis pasos (aunque mucho parecen haberse dado sobre baldosas flojas que solo hicieron que me moje el pantalón con agua sucia para, luego, aprender a observar mejor). De a poco fui esquivando charcos y través de las "etapas" llego a la división teórica del proceso... Aunque reconozco que no está (del todo) bien que yo lo afirme, lo siento así.
Hasta hace algún tiempo, creí posible mantener dos mundos separados. Mostrando la parte profesional y fría por un lado y a la sentimental y frágil mujer por el otro. Hoy no estoy tan segura de eso... y es en ese punto donde me reconozco con este grupo que alguna vez me contó entre sus miembros (y aún hoy lo siento parte de mi, pues una de las personitas que más quiero crece en él, se reconoce en él).
Al igual que este ser tan especial, mi espejo del alma, me cerré y encerré. Dibujé un paisaje que no existía, la misma fantasía que años atrás había fracasado.
Mas, la bronca, la amargura en los labios se disipa y así continúo... Esta vez intentando unir los universos paralelos aunque sea la utopía del ser humano.
Ya lo dije alguna vez “Como si de uno de mis cuentos se tratase, llueve mientras me despido. Y mientras me voy, doy a luz otro de mis escapes terrenales”: la escritura, este comentario.
No creo aún haber encontrado “la forma de ser yo misma en todas las dimensiones”. Cada parte de mi es perfecta en su estado aleatorio, pero no en su sitio físico. Será por eso que desde que logré sostener algo que dejara huellas sobre una superficie, voy por la vida escribiendo textos que nunca serán del todo ciertos. Por momentos creo ser la más neurótica de las escritores y por segundos me reconozco como una de las filósofas más destacadas de la actualidad, pero finalmente me doy cuento que solo es parte del diminuto panorama que tengo de la supuesta “realidad”.
Este aporte al que alguna vez soñé solo pretende ser una salida de emergencia, una puerta a mi realidad.
Angie